jueves, 2 de noviembre de 2023

 Egoísmo

 

I.-

Es amar y sentirse desdichado,

es mirarte morir y tener frío.

Es ser feliz, sin ver al lado mío

al hombre con la llaga en el costado,

sin clavos y sin cruz… crucificado.

 

II.-

Mientras ellos se besan,

y tú sollozas sobre el cuerpo inerte

-vencido por mortales calosfríos-

yo estoy aquí:

tan lejos del amor y de la muerte,

con los ojos bien secos

y los labios bien fríos.

 

Fe

 

Cuando la muerte en la calle es cosa cotidiana,

cuando la rabia cede ante la resignación,

y da lo mismo el hoy, que el ayer, o que el mañana,

para llenar con odio el vacío del perdón.

 

Cuando el futuro parece una esperanza vana,

donde el miedo se respira tras cualquier rincón.

Y mustia el alma, se nutre de amargura insana,

cuando muere en los labios la primera canción.

 

Cuando ya no hay respuestas, cuando no hay un porqué,

y el invierno perenne florece siempre un no.

Cuando la espera duele, como lo que se fue

en pos de aquel pasado que hace tanto murió…

no todo está perdido, si conservas la fe;

en tu hermano, en ti mismo, y en el amor de Dios.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

 

Ante la pira del Fénix

 

En el mundo desierto de esperanza,

el odio vale más que la sonrisa;

La mentira supera en la balanza

a la verdad, que vuela con la brisa.

 

El tiempo corre, corre tan de prisa,

todo es falso, de plástico o cemento;

el amor, la amistad, los sentimientos,

son desechables el llanto y la risa.

 

¿Vale la pena andar en el hastío?

¿Con esta sed?  ¿con este desconsuelo?

Arrojo la pregunta contra el cielo.

Retando a Dios, en pleno desafío.

 

Silencio turbador… Escalofrío,

y ceniza esparcida por el suelo.

martes, 24 de octubre de 2023

 

Presencia

 

Me mira largamente…

y creo percibir un dejo de tristeza;

una leve mueca

queriendo dibujar una sonrisa.

Y luego como ayer,

(tal vez como mañana)

se marcha sin dejar la despedida.

Ya se sabe que su adiós, es hasta luego,

porque -tarde o temprano-

llegará para ya no irse nunca,

y me dará su abrazo protector

que me librará para siempre de la pena.

Llenando por fin mi soledad

con su infinita,

perfecta,

íntima,

paz.

 


Manchado con la sangre del caído

 

Manchado con la sangre del caído,

pido perdón al cielo que me mira.

Cesó la tempestad; pasó la ira,

al exhalar el último suspiro,

la víctima fatal de la homicida

tentación de emular al ser divino.

 

El corro, que gritaba enardecido,

alentando mi mano vengadora,

en silencio se marcha; nadie llora

por aquél infeliz, de muerte herido.

 

La plaza queda sola, ya se han ido:

La rabia, la locura y el clamor.

Un hombre solo, llora de dolor,

y un “mea culpa” exclama arrepentido.

  Egoísmo   I.- Es amar y sentirse desdichado, es mirarte morir y tener frío. Es ser feliz, sin ver al lado mío al hombre con la...